Saltar al contenido
Portada » Blog » Saludo al malestar emocional

Saludo al malestar emocional

saludo al malestar social

En muchas ocasiones sentimos malestar emocional, a través de situaciones que nos conducen a emociones como la culpa, la vergüenza, los remordimientos, la pena, la melancolía, el decaimiento, la preocupación, la angustia, la inquietud, el miedo, la infravaloración, la sensación de incompetencia, de no ser adecuado, la soledad, el rechazo, el abandono, la humillación, la turbación, el apuro, la desesperanza, el desánimo, el pesimismo, la frustración, la derrota, el bloqueo, el enfado, el resentimiento, la irritación, la furia y un sinfín de emociones con sus correspondientes sentimientos que nos desagradan y que tendemos a evitar a toda costa.

Sabemos que las emociones y su traducción cognitiva, los sentimientos, son elementos que nos ayudan a adaptarnos a la situaciones ambientales en las que vivimos, que las emociones nos avisan de aspectos que escapan a nuestra consciencia y que nuestro organismo percibe como situaciones a las que hay que atender.  Así, el miedo nos protege de realizar acciones peligrosas, la ira nos ayuda a defender nuestro espacio vital, la tristeza nos desactiva y nos ayuda a reaccionar reflexivamente antes situaciones de perdida, la culpa nos ayuda a no repetir errores. Todas las emociones son susceptibles de sernos útiles en la tarea de sobrevivir.

Sin embargo, pese a este conocimiento, intentamos evitar el malestar emocional debido a varios factores, pero sobre todo a dos de ellos; de una parte nuestra biología y dotación genética nos “arrastra” a intentar maximizar el número de situaciones placenteras mediante la activación de los circuitos neuronales del placer y de la recompensa que liberan dopamina y nos hacen están en continúa búsqueda de situaciones placenteras. Y en segundo lugar por una cuestión de orden social y cultural de las sociedades avanzadas y tecnológicas en las que nos movemos, y para  las que la vivencia  de malestar emocional está estigmatizada como algo horroroso y catastrófico.

Así las cosas muchos de nosotros consideramos qué es terrible y catastrófico no conseguir lo que se desea, consideramos nuestro bienestar amenazado si no alcanzamos nuestros propósitos, y creemos que es horroroso tener malestar emocional.  Esto conduce directa e indefectiblemente, como una autopista de única dirección, a la Ansiedad Perturbadora, un tipo de ansiedad caracterizado por la preocupación y frustración constante y con sintomatología física de ansiedad que suele provocar la entrada en el círculo vicioso del pánico y del miedo al miedo.  Se da la circunstancia que esta ansiedad perturbadora es causa directa de lo que se quiere evitar, es decir, de malestar emocional y lo único que conseguimos es prolongarlo en el tiempo.

Trabajar en la aceptación de la situaciones de malestar emocional como algo normal y en nuestra tolerancia a la frustración y a qué las cosas no siempre van a salir como esperamos son las claves para regular nuestro malestar emocional. 

La meditación, el mindfulnes, la expresión emocional, son algunos recursos que tenemos a nuestra disposición para trabajar la aceptación de las emociones desagradables e incómodas.  Una readaptación de nuestras expectativas y una adecuada evaluación de los elementos importantes para nosotros y los nuestros,  son vitales para trabajar nuestra tolerancia a la frustración.

Las emociones están con nosotros, las que nos producen placer ,las que nos producen bienestar, y las que nos producen malestar, es mejor darles la bienvenida, regularlas y tratar de conducirnos con ellas lo mejor posible.  Cómo dice el dicho: “no hay mal que cien años dure”.

Espero haber ayudado y ya sabéis donde me tenéis para cualquier duda o consulta. En Expertos en Psicología estamos cerca de ti.

Jesús Lucas

www.psicologoenbilbao.net