
Micro Manipulaciones
La psicología está de moda. Existe un interés muy fuerte en «psicologizar», en fomentar la interpretación de lo que ocurre en la sociedad en clave emocional. Cada 4 o 5 años, según los intereses de políticos y de lobbies, aparecen en el mercado de los medios de comunicación nuevos significados psicológicos para las palabras de siempre. Palabras y significados que se repiten y repiten, hasta configurar un «estado de conciencia colectivo», y un «estado de consumo colectivo».
Hace tan solo 15 años se empezaba a hablar de «micromachismos», hace 10 años de «heteropatriarcado», de «resiliencia»…, etc. Con el término «micromanipulaciones» pasa en buena medida, lo mismo.
Significado de las micromanipulaciones
«Micro» viene del griego y significa «pequeño».
«Manipulación» es la acción y efecto de manipular (operar con las manos o con un instrumento, manosear algo, intervenir con medios hábiles para distorsionar la realidad al servicio de intereses particulares).
Si nos fijamos en el último de los significados: «distorsionar la realidad al servicio de intereses particulares», bien podríamos decir que lo que hacen esos políticos, lobbies y medios de comunicación antes mencionados, es manipular. O sea, que no es rocambolesco pensar que quien ha producido la generalización del término micromanipulación, en realidad nos manipula.
Normalmente, en la divulgación de los fenómenos psicológicos, se usa el término «micromanipulación» en las relaciones interpersonales donde está en juego la superioridad-inferioridad entre los miembros. Un ejemplo característico se relata frecuentemente cuando se habla de la personalidad narcisista.
El narcisista utiliza la micromanipulación cuando trata de conducir a los demás a hacer o hablar de algo que no les es útil, de interés, saludable, o inmoral.
Las micromanipulaciones de los narcicistas
No está bien actuar así y eso tenemos que dejarlo sentado. No obstante queremos significar también que hay otros perfiles de personalidad (todos cuando sus rasgos se presentan trastornados) que Micro manipulan utilizando otros métodos. O es que no manipula, por ejemplo, el que abusa de su dolor para hacer que los demás le hagan las cosas, o el que se victimiza, o el que minimiza o distrae los logros ajenos, o el que se aprovecha de la vanidad ajena mediante falsos elogios, o el que se muestra seductor para conseguir algo y sin tener un genuino interés por el prójimo, etc.
Se intenta centrar la atención en las micromanipulaciones narcisistas porque dichos argumentos son instrumentales para la ideología de género dominante, ya que en buena parte de los casos, los maltratadores (muchos de ellos con características narcisistas) las utilizan.
Así que, sintetizando. Se puede micromanipular desde muchos perfiles de personalidad y lo pueden hacer hombres, mujeres, niños, mayores, blancos, amarillos, negros, altos, bajos, políticos, poderosos y medios.
Y como soy de los que piensan que si todo vale, nada vale. Creo que el término micromanipulación vale poco, porque está en todas partes. Vale de poco, porque no se pueden prohibir ni criminalizar dichas conductas, sin atentar gravemente contra la libertad de cada uno a expresarse como le parezca. Dichas conductas no son en su mayoría delictivas y, lo que no está prohibido, está permitido.
Como psicólogos clínicos podemos ayudar a detectar y a gestionar micromanipulaciones, y eso suele ser de muchísima ayuda para quienes las padecen. Pero también sabemos que otras personas aprenden y utilizan los principios psicológicos para persuadir, manipular, encubrir, publicitar, promover, etc. Si necesitas un psicólogo especialista en autoestima y seguridad, puedes contactar con alguno de nuestros expertos en psicología.
La defensa ante ello es personal, ya que socialmente solo son delitos una parte muy pequeña de esas micromanipulaciones: el delito de coacciones.
La coacción es un delito contra la libertad de las personas que conlleva utilizar la violencia para obligar al sujeto pasivo a realizar algo en contra de su voluntad o impedirle que haga algo que no está prohibido por la ley. Aparece regulado en el artículo 172 del Código Penal.
Se trata de un delito doloso cuya acción debe tener una intensidad suficiente para provocar el resultado perseguido. Es decir, la fuerza o la violencia debe doblegar la voluntad ajena, pero esta debe ser la intención del culpable, demostrando su propósito de someterla a sus propios criterios.
Como se ve, se debe demostrar la violencia e intención de doblegar la Voluntad ajena, lo que no se dan en esas manipulaciones con las que todos convivimos en nuestra vida cotidiana.
Por ello, para aprender a gestionar esas situaciones de micromanipulación de la vida cotidiana puede ser de gran importancia la ayuda de un psicólogo. Un psicólogo que probablemente te dirá que lo que hoy se empeñan en llamar micromanipulación, siempre ha existido, aunque se le llamaba de otras muchas maneras.



Un caso de Conflicto entre Padres, Amigos y Adolescentes
